Terrores nocturnos

La primera noche en la que tu hijo tiene un terror nocturno puede ser desconcertante como poco. Es probable que implique gritos y agitación mientras duerme, y como padres, queréis hacer lo que sea necesario para que se sientan seguros tus hijos. Incluso podéis preguntaros si vale la pena hacer una visita al pediatra para llegar al fondo del problema.
 

¿Qué es un terror nocturno?

Los terrores nocturnos y las pesadillas pueden parecer similares, pero hay una diferencia importante: a diferencia de las pesadillas, los niños generalmente no se despiertan de los terrores nocturnos. Durante el episodio, pueden gritar, agitarse y patalear. Pero es muy difícil despertar o comunicarse con un niño durante un terror nocturno.

Si bien los terrores nocturnos, que pueden durar desde unos pocos segundos hasta unos pocos minutos, parecen traumatizantes, los niños generalmente regresarán a su sueño normal después del incidente y no recordarán el terror nocturno a la mañana siguiente.

Causas

Los terrores nocturnos ocurren durante la etapa más profunda del sueño con movimientos oculares no rápidos (NREM) y son más comunes entre la medianoche y las 2 am. Hay varias causas posibles que pueden desencadenarlo: cansancio extremo o falta de sueño, estrés, cambios en el horario de sueño o fiebre. Es más probable que ocurran terrores nocturnos con las niñas que con los niños, y desaparecen para la mayoría de los niños cuando son adolescentes.
 

Cuando ver al pediatra

Sin bien los terrores nocturnos ocasionales se consideran normales y no justifican una visita al pediatra. Es conveniente ir, debido a que algunos niños pueden caminar dormidos durante un terror nocturno. Los terrores nocturnos frecuentes también causan un sueño interrumpido, lo que puede provocar cansancio durante el día.

Habla con tu pediatra si observas que los terrores nocturnos son cada vez más frecuentes, si aumentan el nivel de cansancio diurno de tu hijo o si te preocupa la seguridad de su hijo. Tu pediatra puede recomendar estrategias como despertar a su hijo 15 minutos antes de la hora en que generalmente ocurre el terror nocturno. Los medicamentos rara vez se usan para tratar los terrores nocturnos en los niños.
 

Como ayudar a tu hijo

Si bien no hay una "cura" para los terrores nocturnos, hay recomendaciones que puedes aplicar para tratar de evitar que ocurran, como mantener un horario constante para irse a la cama que permitirá a tu hijo dormir lo suficiente y hacer actividades relajantes antes de ir a la cama como bañarse o leer un libro juntos.

Si tu hijo tiene un episodio, habla con calma y en voz baja, y mientras usas gestos suaves como apretar con la mano para tranquilizarlo. No intentes despertar a tu hijo con sacudidas bruscas, ya que esto puede empeorar el problema. También es correcto simplemente esperar a que pase, si bien es desagradable de ver, recuerda que el episodio no durará mucho y es poco probable que su hijo recuerde alguno de ellos por la mañana.

Referencia:

1. emedicinehealth